domingo, 4 de mayo de 2014

Un toque de cordura

Un toque de cordura

Esperar que el pasado silente
latente emblema sin orgullo
se deslice por la pendiente
es ir gritando los murmullos.

Si acaso fueran todos tuyos
arrullos en tiempo perpetuo
mendigaría menos de lo que intuyo
y construyo todo revuelto.

Ignorar que una saliente
ardiente destello salado
corta las olas contundente
perdurando la vida a su lado.

Es encontrar a un marino varado
asombrado de mis magras manos
volvería con los ancianos mundanos
prefiriendo ser un descarado.

Pues con una botella vacía
crecía algo mágico en mi cabeza
extendía  sobre el papel poesía
y parecía tomarlo con ligereza.

Pero no fue ligereza, era soda
la que nos hacia compañía
quizá del poeta la moda
ron, soda y soledad, los tenia.

Faltaban lápiz y papel
y aquel gramo de esperanza
puse lo que se puede sobre el mantel
pues como puede uno avanza.

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