Empty
La soledad
disimulada
alcanza su
esplendor
a las dos de la
madrugada;
en medio del
sopor
y debajo de la
almohada
se arrincona sin
temor
mi cabeza
alborotada.
No termina aquel
horror
del vacío y de
la nada
ya no es
conmovedor
si se utiliza
como carnada.
Sin embargo el
sinsabor
de melodía
encaramada
sigue al viejo
tenor
con armonía
inusitada
pues no hay
mejor doctor
que el de
habilidad comprobada.