Los enamorados no importan
Mira mis ojos
impacientes
carentes ya de
venganza
mira tus labios
radiantes
que trituran la
templanza.
Y escucha tus
palabras
que no son ruido
cualquiera
toda línea que
abras
tiene algo de
duradera.
Revisa estas
mismas líneas
tras tanto
tiempo de ausencia
que si bien son
discontinuas
intervienen sin
dolencias.
¿Tras cuántas
velas apagadas
tus ojos siguen
brillando?
¿A cuántas
estancias sagradas
les doblaste su
legado?
¿A cuánto poeta
pequeño
hiciste deslizar
su pluma
sin que se lleve
la bruma
tu recuerdo de
ensueño?
¿A cuántos
amantes perdidos
les devolviste
sus mentiras?
Y quedaron
complacidos
con sus
paradójicas vidas.
¿A cuántos
sinceros amigos
diste mas fuerza
de la que tienes?
Todos ellos van
contigo
en tus sueños y
a tus confines.