Palomas
Allá
arriba en las altas cúpulas
anidan
cientos de aves insípidas
sin
considerar las alamas ávidas
de
exagerar sus bondades nulas.
Miran
con indiferencia las jaulas
y
solo buscan semillas molidas
así
sean de plantas desconocidas
o
se dicte su nombre en las aulas.
Cada
día visitan una plaza
y
se bañan cantando en su fuente
para
volver con ramas en el pico.
Alcanzan
fácil privada terraza
el
templo, casa de cualquier creyente
y
se posan en sueño utópico.