Sobre la rabia y la tristeza
Si falla tu
itinerario
y desfasa la
itinerancia
hay que desafiar
al horario
otro tanto a la
distancia.
Ya se rompió el
rosario
de abotonada
confianza
desenlistando
corolarios
propuso una
nueva alabanza.
Si no sale del armario
o se fuga a la
lacena
no hay más osado
corsario
que el que
sostiene esa pena.
Aquella que se
menciona
producto de la
que se usa
no es mucho
menos confusa
e igual de fácil
traiciona.
Quien ostenta
casi infame
su bandera de
designios
que salga de mis
dominios
y no vuelva
aunque le llamen.
Quien haga de
esta su arena
y la levante
hasta el cielo
si busca que
encuentre consuelo
gozando su
autocondena.