Cuando llega la marea
Llega y provoca una marea
cada
vez que pronuncia su boca
una
suave verdad arbórea
que
evoca a mi sustancia loca.
Tocan
sus manos un himno
ignominioso,
puro y sacro
glorioso
se alza el signo
y
todo penar tornase magro.
Encuentro
mi centro placido
en
sus ojos de luna sombría
evidencia
de mi amor tácito
se
filtra en mi actividad sobria.